11 de febrero de 2008

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11 de febrero de 2008
Durante mucho tiempo he navegado por Internet, quizá ya no me imagino mi vida sin estar en la red al menos una o dos horas al día. Mucho del tiempo que paso aquí lo utilizo para escribir o para pensar en escribir. Nahuel me dice en algunos comentarios que no entiende como me desperdicio escribiendo en un blog, le agradezco el halago, francamente se agradece el aliciente a continuar tundiendo teclas. Pero para mi escribir en este blog no es un desperdicio, escribir en ninguna parte es un desperdicio, quizá el mismo Nahuel no hubiera podido leerme de no existir estos espacios a los que se puede llegar por azar o por accidente. Escribir debe ser una actividad totalitaria, absolutista, sin importarnos si es servilleta, papel bond o pantalla. Un blog es tan válido cómo una novela de 400 páginas o un desperdicio tan grande como un editorial en Letras Libres, el libro está en la pluma del autor no en el medio de distribución.