3 de junio de 2023

Cosas y Horas

3 de junio de 2023

 Hay una cosa, a cierta hora
cuando la piedra crepita y la madera suda,
un yo, porque ahora entiendo que soy yo,
el que figura al final del túnel
él que es figura al final del túnel
el que es el túnel por donde la figura se alarga y se tiende y
crepita mi mano y suda mi piel.

Es a esa hora donde toda tilde muerde palabra
donde se entorpece la aurora y el atardecer es ocaso,
ahí donde los puntos cardinales convergen hasta volverse
una piedra que apunta al fin del día, al fin de nosotros,
porque ahora sé que yo soy yo en nosotros
aunque no entienda nada y crepite tu voz y sude mi oído,
y se vuelquen las hojas y se recuesten al aire.

Pero resulta que esa cosa y esa hora se atolondran,
tropiezan y se caen y cuando se caen es un escándalo
que ensordece los tímpanos y araña los glaciares,
y ese yo que se ocupa del túnel y del nosotros adolece
de tonos agudos cuando son graves y de la gravedad en sí,
si me hace de piedra cuando me esperan madera
si hace que sude cuando solo sé crepitar.
A esa hora suelo ser una hoguera donde la gente seca
sus hojas de colores al sol y al fuego. Una cosa cualquiera.

 

También publicado en mi blog

21 de marzo de 2009

Know

21 de marzo de 2009
The lack of pain in your life is the reason why you'll never succeed.

20 de marzo de 2009

12:44

20 de marzo de 2009
Una granada, dos sujetos y un pastor belga adentro de un departamento de interés social.

Pasan 12 horas.

La policía abre la puerta y sale el pastor belga caminando.

En el interior del departamento hay cenizas y trozos de granada de fragmentación.

28 de febrero de 2009

Razones I

28 de febrero de 2009
Hace unos días alguien me preguntó que se hacía con una buena idea. Yo le dije que lo importante con una buena idea es sostenerla fuertemente con el dedo índice y el pulgar hasta que deje de moverse, una vez quieta hay que darle vuelta, siempre siguiendo el movimiento de las manecillas de un reloj (si se usa un reloj digital da igual cuál sea el movimiento porque la gente que usa relojes digitales no tiene ideas). Una vez que la idea esté quieta y mareada hay que introducirla violenta y rápidamente por el recto de la persona que tengamos más cerca, si no hay nadie alrededor debe ser el recto propio y se debe decir la siguiente oración:

Santa madre de las ideas,
permite que este sacrosanto culo
se apropie de tu sapiencia
y no propague tu existencia
hasta que la flatulencia,
acto natural de la sapiencia,
haga lo propio.

Amén.

Tras decir la oración y dejar de sentir contracciones en el recto (afrontémoslo, la mayor parte de las ideas se dan en solitario) se debe caminar por uno o dos días hasta que la digestión haga lo suyo y el mundo reciba nuestra idea en forma de aire fétido y cálido. Al final, de todos modos iban a decir que era una mierda.

7 de enero de 2009

Metro

7 de enero de 2009

En el metro somos como

pequeñas marcas en un mapa sideral,

a veces, un guiño vuela de un asiento al otro

y se reparten silencios entre las estatuas

que fungen como espectadores,

una risa interrumpe la sinfonía

que componen los frenos y los rieles,

las sed nos desmorona y nos compone

y entonces sentimos de verdad

el amor del padre que sume a su hijo

en un regazo tan formidable,

que acrecenta la soledad de los parados...

alguien dice que la muerte acompaña al viajero

como la suerte abandona al casado,

así la suerte nos deja a todos,

avanzando ciegamente por el túnel.

¡Que amable resulta esta danza!

¡Que perfectos son los pasos

que damos y no sirven para llegar a ninguna parte!

Aquí abajo, la utopía se concreta,

a veces un insulto se acrecenta

y toma el matiz de un verso,

entonces la respiración nos arrulla

y miramos el tiempo

o los rostros

con un sentido desesperado

de urgencia,

la textura del momento

nos cubre como si fuera un manto.

El niño en el regazo de su padre despierta

y se rompen los guiños que se han

estado entrelazando,

la luz nos presenta,

como si se tratara de la muerte,

la última estación en el camino.

28 de diciembre de 2008

Nocturno

28 de diciembre de 2008

Caer

por el exhabrupto del tiempo

un hoyo en la noche

que se muerde la cola

serpiente que ha perdido sus escamas

por tallarse contra el tronco

de un árbol de piedra

Viviremos de la savia

y de los movimientos estelares

nos haremos refugio entre los espacios

atómicos de fragancias amargas

que se tienden por el hilo negro

con que se teje la vida.

Un número se contrae

se convierte en música

en un ritmo negro y púrpura

como el manto de la aurora

que nos protege de los cíclopes

y de las quimeras

¡No deje la hora que me muera

sin haber vivido de ti!

Sin haber encontrado el punto

donde todo implota

y se expande

como si fuera otro universo

otro nombre secreto

una forma más de exhalar

el azufre verde de los parques

que aparecen en las horas nonas.

Por ahora mi muerte se desliza

por debajo de la puerta

y me mira con tanto silencio

que ocupa mi transformación

aleatoria

para hacerse una navaja

que corte las promesas

que se hacen desde la madera

y se convierten en polvo.

Esta noche todo se me oculta

y no puedo hacer más que intentar

desnudarme de las cenizas

que cubren mi cuerpo.

12 de diciembre de 2008

Volante

12 de diciembre de 2008
Vuela
siente la luz en tus hombros,
deja que el pasto traspase tus dedos
que los zapatos se encajen
siente el cuero de la pelota en tus pasos.

Vuela, lateral, vuela
olvida la ley de gravedad,
la fricción y los compuestos
que rodean el movimiento
y definen la inercia,
vuela, carajo, vuela
recuerda que solo importa ganar.

Desde la esquina
y con la vista enclavada en el área
el vuelvo por fin se detiene,
la pausa se escucha
entre los gimoteos de la gente,
empalma
deja fluir tu rodilla,
empalma
y que por un momento
la grandeza te roce las mejillas.

Has dejado el vuelo
pero miras por encima el esférico
que señala a todos los que se quedan,
quietos, como si la muerte
alcanzara a repartirse
entre las veintidos bestias
que ensucian el campo.

En tu respiración
se siente el movimiento del pasto,
los gritos en las gradas,
la mirada del cancerbero,
en tu respiración suspendida
se siente el vuelo
de un balón que revienta
la memoria y se hace
un punto de partida.

Gol.

6 de diciembre de 2008

1.1

6 de diciembre de 2008
Cuándo se dio cuenta que odiaba su casa, odiaba la calle y se odiaba a sí mismo, compró un barril de pólvora, una botella de whiskey y se dispuso a observar los fuegos artificiales en la primera fila. Quería ser el último espectador del gran espectáctulo.

23 de noviembre de 2008

Fear

23 de noviembre de 2008

Me asusta la gente que dice

todo va a estar bien.

Como si pudiera ignorarse

el aroma a cemento y metal

que sustituye la filigrana del campo,

el aroma tostado del pasto mojado,

la fragilidad de las alas de un pájaro

que deglute y comprende

el tiempo que está por venir.

Me asusta que no vean,

que no sientan la pólvora

que desgarra el velo del hombre o

la resequedad que en los labios

deja este polvo negro y letal.

Son ciegos o torpes,

gente de mentes grandes

y sueños pequeños,

que no hablan dormidos

a menos que el peso brutal de la conciencia

los arroje desde la tranquilidad

hasta el miedo.

Quizá por eso tienen su fe

y su dios de hombre,

que no tiene opinión sobre la muerte

en el pistilo de las flores o

en las venas de los árboles,

porque es un dios hombre

que siempre dice

que todo va a estar bien,

y cerrar así el círculo,

desde donde ahora

nos miramos unos a otros,

como animales enjaulados

que tienen vestigios,

en sus versos,

de lo que fue la libertad.

A veces los imagino

recordando cuándo

no había prisas por construir

cuevas inversas por encima de la tierra,

ni estatuas a sus egos complejos

y dejan de darme miedo

estos hombres

que en su bienestar contemplan

la muerte de un verbo tan puro y encarnado

que ya no saben donde enterrar.


En su paz,

pobre gente, pobrecitos.

12 de noviembre de 2008

Sueño

12 de noviembre de 2008

En mi sueño hay una autopista de mármol,

un templo que se torna violeta

cuándo pega el sol

y una canción que sirve

para los desamparados.

En mi sueño hay un lago de sangre

que inunda los valles

y las casas de los enanos,

una luz que pega de frente

cuándo se quiere tanto,

como yo te quise a ti.

En mi sueño los fusiles escupen versos

y las bombas dejan huecos

donde cabe la mano de un niño

y la voz de un viejo.

En mi sueño la gente no duerme

porque si duerme la piel se pone verde

y se enraízan en sus piernas

bugambilias venenosas.

En mi sueño hay lugar

para Elektra y Eurípides,

los padres del morbo,

los auténticos pilares de la antigüedad.

En mi sueño los poetas

violan la ley de gravedad y flotan

por encima de las fosas sépticas

y los rellenos sanitarios:

son las alas del deseo,

las fugaces voces de tu ensueño,

son la arena del hombre que baja

de las estrellas y te pone a dormir.

En mi sueño las calles están vivas

y cuentan historias de pasos dados

hacía ningún lugar, hacía ninguna parte.

En mi sueño la gente no tiene donde vivir

ni donde morir,

por eso caminan todo el día

y cumplen con sus labores,

cuándo sueño a la gente

tiene manos grandes y pulmones pequeños,

por eso susurran y manotean

y no gritan ni acarician.

Porque este sueño de autopistas y soles

y un mármol violeta

que refleja los dedos de mis pies,

solo sirve cuándo duermo volando

entre fragmentos de los sueños

que tienen los poetas

cuándo creen que van a morir.