Vuela
siente la luz en tus hombros,
deja que el pasto traspase tus dedos
que los zapatos se encajen
siente el cuero de la pelota en tus pasos.
Vuela, lateral, vuela
olvida la ley de gravedad,
la fricción y los compuestos
que rodean el movimiento
y definen la inercia,
vuela, carajo, vuela
recuerda que solo importa ganar.
Desde la esquina
y con la vista enclavada en el área
el vuelvo por fin se detiene,
la pausa se escucha
entre los gimoteos de la gente,
empalma
deja fluir tu rodilla,
empalma
y que por un momento
la grandeza te roce las mejillas.
Has dejado el vuelo
pero miras por encima el esférico
que señala a todos los que se quedan,
quietos, como si la muerte
alcanzara a repartirse
entre las veintidos bestias
que ensucian el campo.
En tu respiración
se siente el movimiento del pasto,
los gritos en las gradas,
la mirada del cancerbero,
en tu respiración suspendida
se siente el vuelo
de un balón que revienta
la memoria y se hace
un punto de partida.
Gol.