16 de julio de 2008

8-50

16 de julio de 2008
Bota,
redonda y roja,
bota hasta mi
y la tomo y me miro
en el fondo de su plástico
delgado terciopelo químico,
bota porque así se mueve,
estirando el tiempo
como se estira mi sombra
ahora que le doy la espalda
al farol y a la memoria.
Bota hasta mi,
hasta cumplir con el rito
con la promesa tendida
desde nosotros
ahora que hemos crecido
que nos acercamos a la madurez
a la podedumbre
a caernos por fin del árbol
y rompernos la madre,
bota, roja, translúcida,
rebota en mis manos,
en mi frente
y en mis pies de zapatos grandes,
roja, pelota, roja.