Suena y suena en la radio, solo puedo repetir el estribillo, como si nunca antes hubiera aprendido esa letra que tantas cosas significa, me significa. Mañana buscaré un hoyo lo suficientemente profundo y enterrare mi iPod, será una gran ceremonia a la que por supuesto están todos invitados. Un funeral melómano, una sútil manera de desprenderme de las memorias que me persiguen y se introducen sin piedad por mi instinto musical. Pensé en clavarme una pluma en el oído, pero la sangre impediría a mis ojos observarme en el espejo y creer que por fin somos distintos. Una canción para mi que no hable de ti y por ende de nosotros.
Post del Vaquero Musical.
1999