21 de enero de 2008
Escribir
21 de enero de 2008
Es un acto confuso, indestructible, todo comienza con la primera palabra y va desenvolviéndose, al menos así funciona para mi. Rara vez tengo esa idea genial en mi cabeza, el destello de inspiración se aparece cuando he escrito unas 100 o 200 palabras. Pero escribir no es una actividad espontánea, resulta complicado empezar a hacerlo cuando son las cinco de la mañana y los párpados se sienten pesados como lápidas, resulta tedioso escribir palabras cuando el sol se mete en la ventana y te grita que el día es digno de admirarse. También resulta complicado sentarse a escribir cuando se está a la mitad de una buena novela que te exige la atención que cualquier buena novela tiene que exigir de su lector. Es una pésima idea masturbarse a la mitad de un acto de escritura, pero sobretodo, lo más dañino al momento de escribir es pensar en sentimientos profundos como amor u odio, porque todo lo que se pone en la página resulta una copia ilegible de eso que en realidad estamos pensando en hacer. Escribir es una patada en los huevos, cuando lo haces bien.